La economía de los Estados Unidos es una economía mixta capitalista, que se caracteriza por los abundantes recursos naturales, una infraestructura desarrollada y una alta productividad. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, su PIB de US$15,7 billones constituye el 24% del Producto Mundial Bruto y cerca del 21% del mismo en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA). Este es el PIB más grande en el mundo, aunque en 2008 era un 5% menor que el PIB (PPA) de la Unión Europea. El país tiene el decimoséptimo PIB per cápita nominal y el sexto PIB (PPA) per cápita más altos del mundo. Además, el país está en segundo lugar del Índice de Competitividad Global de 2010.
Estados Unidos es el importador de bienes más grande a nivel internacional y el tercero en términos de exportaciones, aunque las exportaciones per cápita son relativamente bajas para un país desarrollado. En 2008, el total de la balanza comercial estadounidense era de 696 mil millones de dólares. En 2009, los automóviles constituyeron los principales productos exportados e importados. Canadá, China, México, Alemania y Japón son sus principales socios comerciales. Ese último es el que tiene la mayor deuda pública con Estados Unidos, ya que a principios de 2010 superó la deuda de China con 34.200 millones de dólares.
TRANSPORTE:
Al ser un país desarrollado, Estados Unidos cuenta con una infraestructura de transportes avanzada: 6.465.799 km de autopistas, 226.427 km de vías férreas, 15.095 aeropuertos y 41.009 km de vías fluviales. La mayor parte de sus habitantes utilizan el automóvil como su principal medio de transporte. En 2003 había 759 automóviles por cada 1.000 personas, en comparación con los 472 por cada 1.000 habitantes de la Unión Europea. Más del 40% de los vehículos personales son camionetas, todoterrenos o camiones ligeros. El promedio de adulto estadounidense (incluyendo a conductores y no conductores) pasa 55 minutos en un automóvil, viajando una distancia de 47 km diariamente.
ENERGÍA:
El consumo energético total del país es de 3,873 billones kWh anuales, lo que equivale a un consumo per cápita de 7,8 toneladas de petróleo al año. En 2005, un 40% de esta energía provenía del petróleo, 23% del carbón y 22% del gas natural; el resto provenía de centrales nucleares y fuentes de energía renovable. Estados Unidos es el mayor consumidor de petróleo y de gas natural: anualmente utiliza 19,5 millones de barriles de petróleo al año y 627.200 millones de m³ de gas natural. Por otro lado, en el país se encuentran el 27% de las reservas mundiales de carbón. Por décadas, la energía nuclear ha jugado un papel limitado en la producción de energía, en comparación con la mayoría de los países desarrollados, debido en parte a la reacción pública después del accidente de Three Mile Island. Sin embargo, en 2007 el gobierno recibió múltiples peticiones para la construcción de nuevas centrales nucleares, lo que podría significar una disminución considerable en el consumo de combustibles fósiles y un cambio en la política energética.
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